Ya va para casi dos años que me dicen con cierta frecuencia que soy muy valiente, no lo voy a negar, pero no va a ser en este texto.
La primera vez que me dijeron que era muy valiente fue cuando en una conversación por teléfono con un buen amigo, a su pareja, de fondo, la escuché que me decía que había sido muy valiente, que poca gente se atrevía a dejar una relación de tantos años.
Bueno, sí, fue una decisión valiente, pero acaso no lo sería si hubiese decidido, junto a mi pareja, ¿seguir apostando por nuestra relación?, ¿por trabajar juntos en seguir adelante?, ¿por un camino que no habría sido fácil?
Esa decisión que tomé no tenía ninguna garantía, igual que no la habría tenido seguir juntos, sin embargo, parece que una decisión, al menos socialmente, es más valiente que otra.
El resto de veces que me han dicho eso de valiente, bien sea por dejar la relación, por hacer un cambio grande de vida a los 40 años, todas, me han chirriado. Cada una por causas distintas, por decírmelo alguien que apenas me conoce, por escuchar un “¡qué huevos tienes!” (óle ahí, valentía asociada a un modelo de masculinidad con el que no me identifico) o por sentir, que no tenía otra opción que ser “valiente”.
Creo que el concepto de valentía, generalizado, desde un punto de vista de Mr Wonderful y adulterado en redes sociales, a mí no me encaja. Algo no me cuadra, quizás esté sobrevalorada, como si ser valiente te garantizara algo, lo único que está seguro es que las posibilidades de fracasar, aumentan. También creo que se asocia la valentía a determinadas acciones, y no a otras…
Hace tiempo, una persona que apenas conocía, me dijo lo de valiente, por medio de una canción, no es necesario hacer escarnio público con el autor y ese tema, ya que, sin duda, sus intenciones son buenas, y sin duda también, habrá gente a la que le guste ese tema y le resulte muy motivador.
Cuando escuché ese tema, pensé, “que bien, que tema tan interesante”, fue como si un tema que habla de la valentía, me tuviera que gustar a la fuerza. Con el tiempo la letra de esa canción no me aporta gran cosa, voy a usar solamente una frase, que me sirve para explicar lo que quiero decir, en una parte, la letra dice “No se puede no ser valiente”
Bueno, pues no sé, ¿cómo que no se puede no ser valiente?
Desde ese punto de vista, todo tiene un toque de idealización de la valentía que no me gusta, unida al dolor, al éxito, a la ambición, al que bonito es ser valiente. A ver la valentía desde una posición privilegiada, en la que te puedes permitir ser valiente.
Es como si la valentía estuviera reservada solo para gente que partimos desde una buena posición social, con apoyos familiares, amistades, trabajo, casa, cierto colchón económico. Desde ahí, tenemos más alternativas para avanzar, para eso que llaman “reinventarse”. O reservada para algo super guay, ese perfil de persona bien posicionada, que decide dejarlo todo para empezar una nueva vida. Ver la valentía desde estos espacios que considero privilegiados me parece un error.
Pero entonces; ¿qué pasa con toda la gente, que parte de niveles socioeconómicos mucho más humildes? ¿con la gente que solamente por nacer en un lugar distinto, sus posibilidades de tomar decisiones valientes son mucho más reducidas? O simplemente, personas, que por el momento en que nos encontramos, tenemos mucho más difícil adoptar esa postura de valentía.
Y es que creo, que no es menos valiente quien, solamente por haber nacido en otro lugar del mundo, o simplemente a unos kilómetros de distancia, en un barrio pobre, sin recursos, decide continuar su vida, día a día con lo poco que tiene, sin apenas margen para mejorar.
Pareciera, que en algunos estratos sociales o en otros lugares del mundo no hay lugar para la valentía, en estos espacios no se dan grandes cambios, ni hay margen para tomar decisiones que queden bonitas, bien empaquetadas como en una película de Hollywood.
Quizás, no solamente seamos valientes si el final es feliz.
Quizás, valiente también sea quedarte como estas, si es eso lo que quieres.
Quizás, ser valiente no suponga sufrimiento.
Quizás, se puede ser valiente sin arriesgar nada.
Quizás, se puede ser valiente, y no tener opciones para cambiar nada.
Creo, que hay un modelo de valentía que nos es común a todas las personas: altos y bajos, mujeres y hombres, ricos y pobres, ambiciosos y conformistas, los dejo para la segunda parte.
