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Imagne de trabajo en equipo

El trabajo en equipo

Como adelantamos en artículos pasados, tener habilidades para convivir en nuestra comunidad nos aporta bienestar, el cual tiene un reflejo en nuestra salud mental y social. 

Convivimos en muchos grupos, y con algunos de ellos nos marcamos objetivos comunes que pueden motivarnos, ilusionarnos, y en ocasiones, también, frustrarnos o incluso deprimirnos. Con esas personas decimos que hacemos un equipo.

Tener habilidades para trabajar en equipo no solo nos puede ayudar a sacar adelante el trabajo, o salir airosos en las metas que nos proponemos, también nos servirán para relacionarnos en general, y desenvolvernos en la vida.

Por ello, leer, conocer y aprender sobre trabajo en equipo puede resultarnos muy útil. 

Cuando somos pequeños/as, en las aulas, los equipos docentes acostumbran a transmitir la importancia del trabajo en equipo. Hace años los estudios en cuanto a grupos eran mínimos y los y las profesores/as hacían “lo que podían”. Digamos que los que contamos ya con la treintena hemos sido entrenados por “el sentido común” y por el “sálvese quién pueda”. Las nuevas generaciones, cuentan con docentes más instruidos en la materia dedicando más tiempo y conocimientos a esta compleja labor.

Desde luego, las generalizaciones no abarcan a todo el mundo y lo expuesto en el párrafo anterior no es más que eso, una generalización. Sin embargo, por lo que vemos en los procesos terapéuticos y en nuestras vidas personales es muy común encontrarnos con más fracasos que aciertos en el trabajo en equipo. 

Haciendo un poco memoria, en el cole, ante un trabajo grupal, la táctica habitual que poníamos en marcha solía ser:

  1.  Dividíamos la tarea en partes “iguales”, y aquí se otorgaban etiquetas clasificatorias a los/as participantes, que determinaban cuánto iban a dedicar al trabajo; 
    1. "El/la más vago/a": a esta persona, de manera indirecta, le tocaba la tarea más “light” que luego "nos la lía". Quién podía verlo como una ventaja al "librarse" de la tarea, pero etiqueta que iría invadiendo poco a poco su autoconcepto de manera negativa.
    2. "El/la más listo/a o el/la que más sabía": a este/a le tocaba “lo más sesudo”, que rendía bien. Quien lo vivía con resignación, pero con orgullo y superioridad.
  2. Cada uno/a la realizaba a su manera (lo mejor que sabía o cumpliendo con lo que se esperaba de él/ella).
  3. Una vez realizada se ponía en común, más bien se colocaba un folio tras otro.
  4. Y el resultado, en la mayoría de las ocasiones, solía ser con un collage que lejos de ser una genialidad, era más bien una chapuza. 
  5. Cada uno/a aportaba lo mejor de sí mismo/a, y para el de al lado solía ser insuficiente. 
  6. Resultado, en los mejores de los casos una buena nota, sensación de regalo o sensación de que el/la que más había aportado, le correspondía la nota. En el peor, la misma sensación pero en sentido inverso.

Esta táctica es muy común y no quiere decir que, en ocasiones, no funcione. Sin embargo,  forma parte de una estrategia del  grupo de trabajo, y no del trabajo en equipo. Normalmente, no nos planteamos qué es lo que puede ser más útil, pensamos que esta forma es la más “justa” y útil.

Bien, pues existen muchas diferencias entre estos dos conceptos, que aquí vamos a revisar. Y que una vez que se conocen las características es más fácil elegir cuándo conviene uno u otro.

GRUPO DE TRABAJO:

  • Se responde de manera individual al trabajo realizado.
  • La formación de los miembros del grupo es similar. 
  • Cada persona funciona de manera distinta. 
  • Estructura jerárquica.

TRABAJO EN EQUIPO:

  • Se responde en conjunto del trabajo realizado.
  • Los miembros pueden tener diferentes formaciones.
  • Necesaria coordinación, conexión y colaboración.
  • Se diluyen jerarquías.

Contar con esta diferencia ya permite sondear dentro de nuestros objetivos qué manera podría ser interesante poner en marcha. 

Por ejemplo, a niveles muy generales, si vamos a crear una empresa con muchas personas: 

  • Podríamos plantearnos crear una empresa dividida por “departamentos” donde cada uno cuenta con sus objetivos concretos y respondería por los mismos. La asimetría les permitiría centrarse cada uno en lo suyo. Supervisar el trabajo de los mismos sería accesible y necesario para coordinar los mismos, ya que cada departamento sería hermético y la responsabilidad recaería en las posiciones superiores. 
  • U otra donde los miembros trabajarían “en red”, estos serían conocedores tanto de sus deberes y objetivos como de los del resto, permitiendo un trabajo colaborativo. La responsabilidad estaría más dividida, puesto que los miembros son más conscientes  de que el trabajo de cada uno/a influye directa o indirectamente en el de los demás.  Los objetivos serían comunes, la división del personal podría conformarse en grupos que irían informando y haciendo partícipe al resto cada tanto un tiempo determinado. Es posible que se creara una nueva identidad grupal la cual formaría una nueva personalidad transmitiendo un sentido de pertenencia que ayudaría a la consecución de los objetivos.

Como podemos observar ambas formas tienen su complejidad y tienen pros y contras, dependiendo de cual sea el objetivo, interesa creas un grupo de trabajo o trabajo en equipo. 

Al elegir uno de los dos, comienza un camino por recorrer, donde nuestras habilidades nos ayudarán a llegar a ese fin en un camino dónde inevitablemente habrá obstáculos que superar. En este recorrido encontraremos, por tanto, motivación, ilusión, empeño y dedicación, además de complicaciones, acuerdos, comunicación con el grupo, que puede desencadenar fácilmente en malentendidos, conflictos…

Aprender a trabajar de manera complementaria, comunicarnos de manera no violenta (aspecto del que hablamos en otro post), una buena coordinación, confianza en nuestro equipo, comprometernos con la causa, poseer habilidades de liderazgo y de cooperación… Serán habilidades imprescindibles que nos ayudarán a desenvolvernos. Y como decíamos en un inicio esto no sólo nos va a ser útil en nuestros objetivos laborales o escolares, también lo pueden ser con nuestras relaciones interpersonales y con la intrapersonal. 

Todo ello, podemos seguir trabajándolo en un TALLER ONLINE creado por FACIES, con más detalle iremos explicando estos y otros conceptos, este taller puede ayudarte a revisar tus habilidades y encontrar la manera de ponerlos en práctica. 

Contacta a través de nuestras redes o contacto telefónico y te informaremos con más detalle. 

 

 

FACIES proyescto psicosocial

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