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Lo que piensas, dices o sientes no es tan importante para el resto...
Este artículo tiene la intención de transmitir el efecto de poner en palabras, plasmar, actuar o representar aspectos, pensamientos, opiniones, juicios de nuestro interior.
En verdad, lo que decimos, pensamos y sentimos no es tan importante para el resto (excepto para nuestros/as hijos/as). Esto, por un lado, puede ser doloroso para nuestro ego y omnipotencia, sin embargo, por otro, también nos ayuda a colocarnos en una posición importante para cada uno/a de nosotros/as y menos para el resto del mundo. Aspecto que nos puede ayudar con el miedo al rechazo, al ridículo a la exposición, a la dependencia de aprobación, a la admiración…
Las palabras que decimos, las ideas que pensamos y las emociones que sentimos y transmitimos, por ejemplo, empiezan a tener, por tanto, otro sentido.
El nuevo sentido que tiene será el de exponer algo de tu interior que seguramente pase más desapercibido que atendido. Sin embargo, si exploras tus sensaciones antes y después de la exposición, tu sensación sentida ha cambiado. Si lo has hecho con respeto hacia ti y hacia el resto, lo más seguro es que esa sensación se acerque al alivio, a la satisfacción, a la sintonía y equilibrio interior.
Ahora podemos entender porqué muchos/as de nosotros/as encontramos en las redes sociales, una galería de exposición gratuita no tanto de tu talento (a veces coincide) sino de la exposición del arte de tu interior.
Cuando esa transformación (sublimación lo llaman desde la corriente psicoanalista) capta el interés del resto, es subjetivamente bello para el resto, puede adquirir tal valor, que merece tener el reconocimiento económico, por parte del consumidor. Y aunque la obra no se pueda adquirir físicamente, como es en el caso de la música y el cine, si se puede comprar para tener acceso libre a esa obra magnífica.
Y así es como el arte, la introspección y la exposición caminan juntas como si de un tránsito natural se tratase.
Cómo bien conocéis de introspección se nutre el camino terapéutico, por ello, los/las terapeutas trabajamos con las herramientas de la expresión artística, muchas técnicas como, por ejemplo, el focusing, pone su foco de atención, valga la redundancia, en los colores, formas y transformación de las sensaciones sentidas.
Volviendo a las redes sociales, en muchas ocasiones, podemos ver perfiles, de verdaderos/as genios/as, que admiramos desde nuestra cama, sofá o compartimos con nuestras personas allegadas. En otros perfiles podemos leer entre líneas como puede ser una herramienta para esa persona para descargar su ira, su tristeza, su alegría, su ego o sus deseos. Algo que también pasa habitualmente en los procesos terapéuticos pues las personas generosamente nos permiten ver el arte, el desastre, el caos, la belleza de su interior.
Las redes sociales nos ha traído una herramienta que no nos cuesta ver como utensilio para las relaciones interpersonales, y que nos está descubriendo un mundo en la relación intrapersonal (con nuestro interior).
Seguro que muchas de tus reflexiones ya han pasado por esta conclusión. Puede ser también que no estés de acuerdo. De uno u otro modo, seguro que te ha hecho pensar en tu uso con las mismas y si te ha liberado un poco del que dirán, desatando tu creatividad y dándole sentido a tus creaciones nos alegramos por ello.
Por todo ello, cuando vienes a FACIES y trabajas con nosotras te sentirás tratado/a con el mismo respeto que tenemos a una obra maestra, que sea más o menos subjetivamente bella. El/la artista de esa obra ha estado mimando, maltratando o creando durante años.
