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Adolescencia, identidad y deporte...

Adolescencia, identidad y deporte...


Imagina que el desarrollo de una persona cabe dentro de un triángulo, en los vértices encontraríamos tres conceptos principales...

 

 


ADOLESCENCIA

El/la adolescente se encuentra en un punto crítico importante de su vida, transita un camino de descubrimiento sobre el quién soy, qué quiero, qué me gusta... dónde comienza a crear las bases de su identidad como persona. 

 

IDENTIDAD


Es por ello, que en esta etapa la persona empieza a explorar el mundo que le rodea desde un punto irremediablemente egocéntrico. Con un método inductivo, partiendo de lo particular encontrando muchas respuestas en lo genérico, de otro modo, sería inasumible para su entendimiento. Aspecto que les genera un desgaste importante de energía, además, de tener que lidiar con la confusión que les genera el ir relacionando el pasado con el presente y la posible ansiedad que les despierta el futuro. Así como el desasosiego y las diferentes emociones sentidas ante lo que empiezan a entender en el mundo y cobran significado.


Bien, aterrizamos, por lo tanto, en esos dos vértices de una manera general pero sincronizada, ya que el desarrollo de una persona no se puede entender sin la etapa crítica donde la persona crea su identidad (generalmente la adolescencia), determinando cómo es la persona, qué dificultades tiene, así como sus habilidades, miedos, gustos, deseos...

 

Pero... ¿y por qué el DEPORTE cobra tanta importancia a lo largo del ciclo vital? 

  • El deporte para el/la adolescente puede ser un área dónde comienza a sentir libertad ante la toma de decisiones. El/la adolescente se mueve en un mundo en el que las decisiones vienen marcadas por los referentes adultos, que vienen determinadas a su vez por el tipo de crianza... Sin embargo, en torno al deporte las personas encargadas de la crianza suelen potenciar la libertad ante el tipo, el tiempo, la compañía, las actividades que rodean al deporte... Perciben el mismo como una actividad saludable que permite a la persona identificarse, crecer y relacionarse de una manera adecuada. Adquiriendo de esta manera el deporte un aspecto fundamental de promoción de la autonomía.
  • En ocasiones, pasa desapercibido para el/la adulto/a o no se sabe manejar cuando el deporte (como el estudio, la comida, las drogas...) se convierte en un método para combatir la obsesión, convulsión, tensión, malestar... en tanto en cuanto puede suponer una evitación, un refugio, además, de un arma de castigo, exigencia.... y por ello, la supervisión y guía de los/as adultos/as responsables supone una ayuda y un cuidado para el /la protagonista.
  • SALUD FÍSICA. A parte de los beneficios que ya todos/as conocemos ante el sistema cardiovascular, motor, nervioso.... el deporte juega un papel fundamental en el linfático. Nuestro sistema inmunitario está constituido por un líquido que llamamos linfa que al contrario que la sangre tiene un sistema de bombeo bastante deficitario, ya que su movimiento principal viene a través del movimiento que produce la respiración. Por suerte, el movimiento del cuerpo ayuda a que la linfa tenga un mejor desplazamiento y de este modo sea capaz de detectar de manera más eficiente antígenos u otros cuerpos perjudiciales para nuestro organismo y así combatirlo. Por ello, el deporte juega un papel fundamental en un momento tan crucial como lo es la adolescencia, donde se están produciendo muchos cambios, que requieren un gasto alto de energía. Todo ello, genera un gran desgaste físico y emocional pudiendo debilitar el sistema inmunológico. 
  • SALUD MENTAL. Ya podemos percibir como el cuerpo y mente se comportan de una manera coordinada en la que si no viven en equilibrio la enfermedad interviene poniendo en peligro la integridad de la persona. Bien, cuando incluimos salud mental en torno al deporte, también nos referimos a que el deporte en dosis adecuadas puede suponer una extraordinaria fuente de transformación de la tensión y gestión emocional. A lo largo del día y de las actividades que realizamos vamos acumulando tensión bien por la postura, nivel de atención, preocupación que genera la tarea… Y, además, en concreto, en la adolescencia tanto las actividades de trabajo como las de desahogo son bastante sedentarias y no contribuyen en gran medida a la liberación de la misma. Por todo ello, el deporte cobra importancia. Además, cuando hay un exceso de energía física, las actividades sedentarias potencian los pensamientos rumiativos, exceso de preocupación, hiperresponsabilidad...  
  • SALUD SOCIAL. Por último, incluimos la salud social en torno al deporte ya que la ansiedad social que sufrimos ante las relaciones sociales cuando tenemos una tarea nos ayuda a rebajar la misma. Es decir, si la persona se encuentra preocupada por el miedo al rechazo, al juicio... cuando está realizando un deporte puede centrar su atención en el mismo, apartando o facilitando el cambio de foco de todas estas preocupaciones. Esto facilita la interacción entre los iguales ya que se destensan permitiéndose un contacto más despreocupado en las etapas más difíciles en las relaciones y una vez superadas estas etapas ya se perciben como más seguros/as pudiendo generalizar la interacción en otros ámbitos. 

 
Por todo ello, el deporte es una herramienta vital en el crecimiento, cobra especial importancia en la adolescencia por lo relevante que es la creación de la identidad en esta etapa y lo que va a marcar a la persona a lo largo de su vida. 

Desde FACIES Salud Psicosocial, desde los diferentes servicios, tenemos en cuenta la importancia de todas las saludes para un desarrollo saludable de la persona e incluimos tanto a nivel psicoeducativo como de manera práctica, de una manera holísitica, todos los conocimientos que vamos exponiendo. 

 
 
 
 

FACIES proyescto psicosocial

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