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El muro de la enfermedad mental, ¡derríbalo!

El muro de la enfermedad mental, ¡derríbalo!

¿Qué sentido tienen los estigmas en la sociedad?  

En la salud a casi todo le otorgamos un sentido, y el estigma cumple uno muy lógico.  

El estigma nos ayuda a mantenernos a salvo. Cuando conocemos a alguien el aspecto físico forma parte de la “carta de presentación”. Si no contamos con el sentido de la vista, por ejemplo, recibimos la información de los sentidos que tengamos, y en ese primer registro, decidimos si nos protegemos o no. Si decidimos continuar con el contacto, aspectos que se van conociendo de la persona van determinando ese recorrido y aspectos importantes para nosotros será, por ejemplo, la salud que creemos que tiene la persona que tenemos delante. 

 La enfermedad mental ha sido y es en muchos crímenes motivo de “disculpa”, justificando el impulso o la locura como un medio, bien para matar, violar o cometer delitos.

Una persona no comete un crimen de buenas a primeras, y en el caso de que esa persona tenga una patología, esta enfermedad tiene que ver con el individuo, y aunque a veces, se perciba o entienda como que el crimen lo cometió poseído/a por la enfermedad, eso no es del todo así. Esa persona decide más rápido o más lento, con más o menos juicio cometer el crimen. 

Por tanto, se entiende aquí el cometido del estigma, si se entiende que una persona con una enfermedad mental no es responsable de sus actos, y sus actos pueden quitarte a ti la vida, es normal que no quieras saber nada más de la enfermedad mental o de una persona con alguna.

Las personas que cometen delitos, y hablamos en los casos donde no hay daño neurológico, cometen el daño con un sentido (con su sentido, al menos). Incluyendo la psicosis, en la psicosis alguien se puede sentir perseguido, agredido, y se puede defender, o atacar, sin embargo, en estos casos, intentar convencer a la persona que no está en la realidad, no ayuda pues si está en pleno delirio, brote (…) esto solo puede poner a la persona en una posición más defendida o agresiva.  

Por lo tanto, la persona puede agredir, si, aunque normalmente en estos episodios se da más la autoagresión que hetero agresión, por lo tanto, como estos episodios existen, confía en que tenemos recursos suficientes como para hacer frente a la situación. Debemos de acordarnos de lo siguiente: 

  • Si no puedes parar a la persona para que no se agreda o agreda, ponte a salvo y avisa a los servicios de emergencias. 
  • Si puedes parar a la persona poneos a salvo, lejos de objetos afilados, acantilados, precipicios, azoteas, medicamentos… y avisa a los servicios de emergencias. Hasta que lleguen favorece la tranquilidad, que la conversación sea lo más superficial posible y si no sabes que decir o hacer no digas o hagas nada.  
  • Si estás en la calle avisa, siempre, no dudes en llamar a los servicios, puedes estar salvando una vida, y no tienes más que hacer que estar en un lugar a salvo y avisar. 
  • No te hagas el héroe/la heroína, en ningún caso, ni actúas como crees que actuaría un/a sanitario/a. 
  • Si alguien te dice que se quiere suicidar, ayuda a la persona a contarlo y a pedir ayuda en el caso que no quiera que se lo digas a nadie, no puedes hacerte cargo de una información similar, llama a los servicios de emergencias o avisa a sus familiares o ambas.
  • Confía en tu sentido común y en tu sabiduría.  

 

Por todo ello, no somos ESQUIZOFRENICOS/AS, ni ANOREXICOS/AS, ni BULÍMICOS, ni BIPOLARES.  

SOMOS PERSONAS y tenemos una enfermedad mental como puede ser, esquizofrenia, depresión, bulimia y anorexia... Ninguna persona se encuentra exenta de padecer un diagnóstico de salud mental.  

Cuando cambiamos el verbo “ser” por “estar”, somos capaces de pasar de tenerlo a no tenerlo y en el caso de que convivamos toda la vida con una enfermedad mental entonces podemos contar con más aspectos. 

La ENFERMEDAD MENTAL no cae de repente en la persona. La enfermedad como todas las enfermedades cuentan con un proceso que puede ser más o menos inconsciente. A medida que ocultamos estos procesos más favorecemos que parezcan patologías que de repente se instalan en nuestra mente. 

Nadie tiene por qué tener cuidado contigo por tener un trastorno. Y tus diagnósticos forman parte de tu privacidad, no tienes que poner en preaviso, puedes compartirlo cuando tú quieras, como un aspecto más de ti, o seguro como uno importante, pero como un aspecto más de la persona.  

Si una persona con enfermedad mental se cabrea, se cabrea como tú o como yo y nada es eterno. No tenemos porqué temer al cabreo, o las diferentes emociones de una persona con un diagnóstico.  

Sin embargo, es posible que la reacción no sea la más adaptativa/adecuada, y por ello, estará trabajando, y si no lo está, si no formas parte de su equipo clínico, tú no tienes que hacer más.  Ni tampoco tenemos porqué justificar una agresión u otras conductas que no consentirías a otras personas sin diagnóstico.  

 

Las personas necesitamos ayuda en muchos momentos de la vida.  

 

¿Por qué ENTONCES TENEMOS TANTO MIEDO A PEDIR AYUDA o que alguien la reciba cuando prácticamente nada lo podemos hacer sin depender de otra persona?  

¿Por qué nos da vergüenza/miedo reconocer que todos/as necesitamos ayuda? 

A los diferentes profesionales de la salud hay que ir cuando se precisa. El problema es, por tanto, que igual detectamos el malestar tarde y en muchas ocasiones, vamos tarde. Pero mejor tarde que nunca.  Todos los diagnósticos tienen un mejor pronóstico si la ayuda se pide a tiempo. Muchos diagnósticos ni siquiera lo serían si se trabajara en la prevención porque todos/as no nacemos aprendidos. 

Y las habilidades sociales (comunicación, como iniciar una conversación, tus derechos asertivos, escucha activa…) la inteligencia emocional, la gestión emocional, alternativas de ocio, pueden ser herramientas que prevengan de diagnósticos graves.

 

Por tanto, ESTIGMATIZAMOS LA SALUD MENTAL porque… 

 

Nos da miedo enfermar y a veces, lo que da miedo se niega o se cree de unos pocos.  
 

 

Así que seguro que después de leer esto, ya al formar parte de la comunidad de salud mental, habrás roto la pared del miedo.  

 

Antes de temer, dale duro y trabaja por tu salud, lejos de ser un viaje horroroso puede ser una caricia para tu ser.  

FACIES proyescto psicosocial

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