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¡Vuelta a las aulas!

¡Vuelta a las aulas!

Un tanto… ajetreada

Incertidumbre, dudas, preocupación, sensaciones que pueden inundarnos hoy en día en esta vuelta a las aulas.

Son muchos meses de parón, lejos de los pupitres, de los/as profesores/as y del resto de la comunidad educativa, que mira perpleja y expectante cómo se retomarán las clases en esta “nueva normalidad”.

Está claro que el virus impregna todas nuestras conversaciones, a mayores, jóvenes e, incluso, a los/as más peques. Los/as adolescentes, nuestros/as protagonistas ¡no iban a ser menos!

 

¿Qué opinamos? ¿Qué sentimos? ¿Qué información recibimos y cómo la gestionamos? ¿Cómo hacemos frente a esta nueva normalidad?

 

Ya han pasado seis meses desde que comenzó este cambio en nuestras vidas.

Comenzamos con el confinamiento general, la desescalada, sus fases y posteriormente estamos viviendo el verano que cada uno/a vivimos adaptándonos a las circunstancias que nos van sobreviniendo.

Paralelo a todo ello, podemos evidenciar la sobre ingesta informativa: noticias, bulos, memes, diferentes interpretaciones de la realidad, declaraciones, opiniones, datos, estimaciones, etc.

Y sin más espera, llega SEPTIEMBRE, sentimos la necesidad de rutina, un tanto de calma, con la sensación de querer digerir una etapa para dar comienzo a la siguiente.

Este septiembre, cobran importancia dos herramientas que todos poseemos en mayor o menor medida, con excepciones; la reflexión y el impulso, que piden turno ante la toma de decisiones nuevas y antiguas. Dos herramientas que el trabajo anterior, presente y posterior de cada uno/a van a favorecer o a perjudicar en la implementación, consecución y desarrollo de estas. Dos herramientas en desarrollo en la etapa infanto-juvenil.

No nos queremos equivocar, ante las decisiones que tomamos y las que nos quedan por tomar, decisiones que debemos concluir tras una concatenación de sucesos esperados (en el caso de la adolescencia; cambios físicos, sociales, psicológicos, familiares…) e inesperados (en el caso de la COVID; cambios sociales, económicos, políticos, psicológicos…).

Y es importante incidir, que no todas las decisiones serán tomadas por el adolescente/púber ni por el/la adulto/a.

Por lo tanto, podemos decir que, en esta importante etapa por la parte esperada y la inesperada, postra a población púber/ADOLESCENTE en situación de RIESGO.

♦ ¿Qué podemos hacer?

Lo primero entendemos que la sensación de confusión, de falta de control, es general, por lo tanto, darnos tiempo y ser pacientes nos ayudará a ver las cosas con más claridad.  No tomes decisiones precipitadas, aplaza, lo aplazable, si tu confusión es muy grande, y ves que no se aclara con el tiempo, habla de ello, pide ayuda, consejo, ponte en modo de escucha y no en defensa. Si ves que esto te es muy complicado puedes hablar con nosotras.

Esta situación confusa mal gestionada, nos puede jugar malas pasadas.

En ocasiones, podemos caer en darle a todo una importancia excesiva, en una situación constante de alarma, agotadora, o por el contrario, de pasotismo, ante la general incomprensión de las situaciones.

En este artículo vamos a referirnos en lo que a adolescencia-educación-pandemia, se refiere, aunque puedes preguntarnos como afecta en otros aspectos..

♦ ¿En qué casos debo como adolescente/padre/madre/tutor/a/profes alarmarme y pedir ayuda?

La adolescencia se trata de una etapa de transición en la que se pierde al/la púber-niño/a que llevamos dentro y vamos camino hacia el/la adulto/a que seremos, por lo tanto, es una etapa de evolución.

Eso supone una serie de cambios importantes, que provocan sensaciones de confusión, ruptura, incomprensión, pérdida, emociones intensas, también otras muchas gratificantes y satisfactorias… que, unidos a un cambio social-traumático tan grande como una pandemia, una persona con una estructura interna debilitada puede no encontrar los recursos pertinentes para salir airoso/a de la situación y comenzar a mostrar diferentes SÍNTOMAS, que no indican que “algo pasa”.

 

→   Si eres adolescente, y sientes que en muchas ocasiones te invaden las emociones de la vergüenza, miedo… que te llevan al aislamiento, puedes contar con nosotras. Aquí te explicamos algo referente a estas sensaciones; el refugio de ese aislamiento en ocasiones, puede ser tu habitación, dormir, los juegos, los porros, el control de la comida, el cuerpo, incluso los/as amigos/as, puedes sentir que esto te ayuda a soportar eso que estás sintiendo por dentro.

 

Puede verse acompañado de la incapacidad de compartir esto con algún/a adulto/a. Aunque en la adolescencia los sentimientos de incomprensión, confusión, tristeza, son normales y adaptativos para superar la etapa, si son demasiado frecuentes o te llevan a hacerte daño o a hacer daño a los demás, incluso si te aíslas por no hacer/te daño, sería bueno que pudieras pedir ayuda. Es una etapa complicada, no eres raro/a, sin embargo, no tiene porque ser insoportable, también puedes aprender a vivirla incluso, ¡hasta disfrutar de la misma!

 

→   Si eres adulto/a de referencia de un adolescente procura no caer en “son cosas de la edad”, ¡ni en todo lo contrario!, en el equilibrio está la salud. Te invitamos a empatizar con tus sensaciones, compréndete también como adulto/a, esto no es fácil y no lo tienes porqué poder ni saber todo, puedes también observar que partes de ti quedan  aún de adolescente. Aquí te explicamos también algo a ti referente a todo esto, la depresión y otros trastornos en la adolescencia no coinciden en síntomas con los de un/a adulto/a. Puede ser que veas a un infante-adolescente cabreado/a, lleno/a de rabia y puede ser que sea un síntoma que se esté despertando detrás de una tristeza mal gestionada. Si como adulto te ves superado/a por la situación familiar, social, también puedes consultarnos para ti, aunque el adolescente no pueda/quiera venir. Te acompañaremos, la crianza/educación es compleja pero también puede ser una etapa bonita.

 

Para entender a un/a adolescente, conocer cómo es esta etapa desde un punto de vista psicobiosocial será fundamental.

 Y, ¿los/las profesionales de la sanidad y lo social? ¿Cómo lo hacemos para que no nos invada y nos paralice esa sensación?

Nuestros mundos también se han visto alterados. Nosotros/as podemos seguir trabajando porque nuestra capacidad no está focalizada en la transmisión de saberes o de los conocimientos, sino en la puesta en marcha de estos. Poniendo a prueba más que nunca, la capacidad que llevamos años trabajando, “la improvisación con conocimiento de causa”.

Improvisación no es sinónimo de caos, una buena improvisación requiere de maestría, de comprender los tiempos, de autocontrol y la capacidad de trabajar con cosas que están cambiando en el momento en el que trabajas, el presente. Puesta en marcha de herramientas reflexionadas para trabajar en situaciones en crisis, traumas, sucesos inesperados.

 
Por todo ello, no perdamos de vista que nos encontramos con chicas y chicos que han perdido muchas referencias de lo que está bien y está mal. En una etapa de transgresión de normas (para averiguar su funcionamiento), de prueba de límites, de aparición de miedos, en una situación general de falta de control. Por lo tanto, puede que seamos útiles en estos momentos.

Nuestro recurso, se pensó para antes de la pandemia con vistas a trabajar con y para hacer frente a las vicisitudes del adolescente, y esta situación, nos ha puesto encima de la mesa la importancia de nuestra salud psico-social.

Los/as profesionales de salud mental-social somos reticentes a “psicologizar/psiquiatrizar” a la población en general y en particular al adolescente. Pedir ayuda a tiempo, entender, prevenir y en el caso de diagnóstico, tratar a tiempo puede ser la solución para no entrar en una amplia red de salud mental que los/as sanitarios/as intentamos evitar.

 

Lo académico es tan importante que necesita de nuestra la salud mental y social.

 

Desde FACIES apostamos por crear espacios de cuidado, libres de juicios y valores, que permitan instaurar una atmósfera segura para compartir todo aquello de lo que no solemos hablar o expresar, por ser difícil.

Trabajamos desde un enfoque holístico de la realidad personal y social, teniendo en cuenta todas las áreas de la persona, y respetando los tiempos y circunstancias de cada uno/a.

Y estos espacios están dirigidos a todos/as los/as miembros de la comunidad educativa: adolescentes, familias y centros educativos, con el objetivo de poder comenzar este curso escolar con más habilidades, más resiliencia, más comprensión, es decir, ¡preparados/as para los nuevos retos!

Consulta nuestra web (www.facies.es) y contacta con nosotras.

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¡Estaremos encantadas de poder orientaros y resolver todas vuestras dudas!

 

 

FACIES proyescto psicosocial

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